Sobre Cuentos Para Niños

NOTA INTRODUCTORIA:

Los cuentos que se publiquen en la sección "PARA NIÑOS" van dirigidos a los padres (y abuelos) que tengan niños de entre 0 y 10 años. Son cuentos cortos para ser narrados a los peques a la hora de acostarse. Todos ellos contienen alguna enseñanza en valores sociales.

...............................................................

ANTES DEL CUENTO SOLÍA PASAR LO SIGUIENTE:

A excepción del abuelo, que todavía estaba dando cuenta del postre, todos habían acabado su cena y la abuela se ocupaba ya de la retirada de los platos y demás utensilios de la mesa hasta la cocina.                                             

Los dos niños, de 4 años ella y de 7 él, se miraban inquietos y con complicidad al tiempo que observaban a su abuelo, ya a punto de acabar de cenar. Él, por su parte, era consciente de sus pensamientos y daba coba y tiempo al melocotón que tenía en su plato. 

- Abuelo -dijo la pequeña-, ¿cuándo vas a terminar?

- No tengo ninguna prisa, Ale -contestó el abuelo-. Desde aquí, a la cama. Pero antes quiero ver El Tiempo… Si lloviera, mañana podríamos ir a buscar caracoles. ¿Qué os parece?

- Que no va a llover, abuelo –apuntó J. J.-.

Los dos niños, que ya se habían puesto sus respectivos pijamas, esperaron pacientemente a que terminase el informe de previsión del tiempo, como hacían cada noche durante esas vacaciones veraniegas en casa de sus abuelos maternos. Cuando esto sucedió, el abuelo  se incorporó y dijo: “Me voy a dormir: Hasta mañana a todos”.

Fue como el chupinazo de salida de algún evento importante. Los dos niños salieron disparados hacia la escalera que daba a los dormitorios en la planta superior. Cuando el abuelo llegó Ale y J.J. ya estaban ocupando, entre risas, la cama de los abuelos. Pero, ¡sorpresa!, ahora eran tres. El pequeño Hugo, llevaba varios minutos esperando a sus primos y al abuelo.

- Bueno, bueno. Hacedme un sitio, -dijo mientras se desvestía.

- ¡No me empujes,! –protestaba la niña a su hermano.

- Y tú no me pellizques, eh!

- Vamos, vale ya. Estaos quietos, que siempre estáis igual -les regañó el abuelo.

Hugo  dijo: “¿Cómo se llama el cuento de hoy, abuelo?”

- No lo sé. Tengo que buscar en mi cabezota… Vamos a ver…Ya está: Los tres cerditos.

- Abuelo, porfa -protestaron los niños-, ese no es tuyo.

Para el abuelo el cuento diario constituía un tremendo desafío, ya que todos los cuentos se los inventaba sobre la marcha; y ya eran tantos los contados que a veces se quedaba en blanco sin acertar a hilar una historieta que respondiera a las expectativas de sus nietos. 

Después de un largo minuto en el que no se les oía ni respirar, el abuelo dijo:

-Hoy os contaré el cuento de... 

Pincha aquí para   ver un cuento