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Desmayo Largueta en plantación tradicional (El Rincón de La Isidra) |
En sus orígenes todos los almendros producían
almendras amargas, y todas las variedades eran
autoincompatibles (se precisaba
el polen de una variedad para polinizar correctamente las flores de otras
variedades), totalmente incomestibles y muy tóxicas. Esta propiedad era un buen
mecanismo de defensa para que los animales no se comiesen las semillas y así
seguir perpetuando la especie. (Todas las plantas tienen algún mecanismo
particular e intrínseco para su propia propagación). La amigdalina es el
compuesto que nos produce, al masticar una almendra amarga, ese amargor
inaguantable que nos obliga a no continuar. Si la ingiriésemos parte de ella se
transformaría en cianuro
y nos acarrearía graves trastornos, incluso la muerte
En algún momento, hace miles de años, se
produjo una mutación en un gen que hizo que algunos árboles
diesen almendras dulces. Los humanos comenzaron, primero, a recolectarlas y,
posteriormente, a cultivar esos almendros.
Sin embargo el cultivo del almendro dulce no
resultó tan fácil, ya que sembrando un puñado de almendras del mismo árbol los
agricultores comprobaron que cada nuevo árbol daba almendras muy diferentes,
incluso los había que las daban amargas. Ello se debe a que las semillas originadas
por fecundación
cruzada darán árboles distintos entre sí y del árbol del cual proceden, requiriendo
que las flores de un árbol sean fecundadas por el polen de las de otro distinto
(alogamia). Esta circunstancia ayuda a mantener una amplia diversidad varietal,
algo que no ocurriría si la polinización fuese directa (autogamia). En 1930 el
pomólogo ruso P. N. Bogouchewsky consideró que, sólo en la región del
Turquestán, habría cerca de 2.000 variedades de almendro. En Italia se cifraron
en 600, 400 en Francia, 200 en España…
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Almendro en una linde (Horche, Guadalajara) |
Por entonces lo único que se hacía era
aprovechar las dulces y no hacer caso de los árboles amargos. En cualquier
caso, los almendros no se plantaban como explotación agrícola sino más bien
para el consumo propio, quedando su ubicación relegada a los márgenes de las
parcelas y a suelos pobres e inservibles para otros cultivos. No fue hasta
comienzo del S XX cuando se comenzó a injertar para obtener árboles homogéneos
que dieran almendras dulces y de las mismas características.
A comienzos de la década de los 80 del siglo
pasado Europa dio un impulso al cultivo del almendro, subvencionando las
plantaciones que llevaran a cabo los agricultores. Desde entonces el sector no
ha dejado de crecer, habiéndose convertido España en el segundo
país productor, por detrás de EE UU.
Buena parte de este crecimiento se debe al
esfuerzo y la inversión realizada por distintos
centros de investigación en materia de mejora genética de distintas
variedades y a la creciente
demanda de este fruto seco en el exterior (Rusia, China, India, Corea…)
Pies híbridos
En la actualidad en las plantaciones de
almendros se utilizan principalmente pies
híbridos, siendo el más difundido el híbrido almendro x melocotonero GF-677, obtenido a finales de la década de los 70 del
siglo pasado en Francia por el INRA.
En agosto de 1985 CSIC-Aula Dei en
Zaragoza inscribió en el Registro de Variedades Protegidas del Ministerio de
Agricultura el híbrido de almendro x
melocotonero Adafuel.
Otro híbrido es el GxN-15
(Garnem), obtenido y registrado por el
CITA de Aragón.
Las variedades híbridas se pueden propagar
por estaquillas o esquejes. Estas variedades no dan frutos comercializables, ni
siquiera comestibles. Son una mezcla de almendra y melocotón. Los híbridos sólo
sirven para ser utilizadas como patrones de otras variedades.
Pies francos
Como pie franco se utilizan Garrigues y, en menor medida, Atocha.
Hasta hace unos años se utilizaban como pie
franco las variedades de semilla amarga, por ser más resistente
a roedores, a la sequía, al gusano cabezudo, etc. Hoy ha caído en desuso
principalmente por el riesgo que conlleva la posible aparición de frutos
amargos debido a la brotación de alguna
rama por debajo del punto de injerto, lo que ocasionaría grandes problemas de
calidad a los comerciantes y consumidores, ya que contiene cianuro, por lo que
en muchos países se la considera como TÓXICA,
estando su producción estrictamente regulada y controlada.
VENTAJAS E
INCONVENIENTES
Los híbridos
superan a los de pie franco en fortaleza frente a enfermedades y, al parecer,
en producción, pero son más sensible a la clorosis. Da buenos resultados en
terrenos fuertes y de regadío.
Por su parte el patrón franco desarrolla una potente masa radicular, es resistente a la
sequía y a la clorosis y aguanta bien en terrenos pobres y pedregosos. También
resulta menos atacado por el Gusano Cabezudo que los patrones híbridos. Por el
contrario puede sufrir asfixia radicular en terrenos fuertes y poco permeables.
Por lo que se recomienda para terrenos de secano y bien drenados.
LAS NUEVAS
VARIEDADES A INJERTAR
Para que nuestros almendros produzcan frutos
comestibles y podamos disfrutar de ellos es prioritario injertar sobre el
patrón que hayamos elegido (híbrido o franco) uno que nos resulte aceptable por
la calidad de sus frutos.
Durante las últimas décadas del siglo pasado
los viveristas injertaban, sobre patrón amargo, las variedades Largueta Blanca,
Largueta Roja y Marcona, principalmente. En las parcelas, con el fin de
favorecer la polinización, se plantaban mezcladas dos o más variedades (dos
hileras de Largueta Blanca y una de Largueta Roja, por ejemplo).
En la actualidad existen diversas variedades
de almendros obtenidos por distintos organismos (CSIC-CEBAS, CITA, IRTA…), los
mismos que obtuvieron los pies híbridos.
Todas ellas protegidas conforme a la legislación Europea y Española.
Estas variedades se caracterizan,
principalmente, por: ser autofértiles (en su mayoría), mayor producción, mayor
resistencia a enfermedades, fácil formación en la poda, floración tardía…
En el siguiente enlace se muestra la época de
floración de las principales variedades. Siempre se toma como referencia la
fecha de floración de Desmayo Largueta, que es la más temprana. Apuntar por
nuestra parte que las fechas de floración difieren mucho de unas comarcas a
otras, pero todas las variedades florecerán unos días después de D. Largueta.
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El fruto seco más consumido en el mundo |
En España se ha producido un boom en cuanto
al cultivo del almendro se refiere, de tal modo que a los agricultores les resulta muy complicado
encontrar la variedad y la cantidad de plantones que desean. Ello ha hecho que
proliferen viveristas
que ofrecen plantones de variedades protegidas (Penta, Antoñeta, Tardona,
Belona, Soleta, Mardía, etc) sin estar autorizados para ello y, por lo tanto, sin poder certificar dichos plantones a
sus potenciales clientes.
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Nótese el punto de injerto, justo sobre la masa radicular |
Ante la gran demanda de plantones de
almendros de las nuevas variedades, los viveristas adelantan todo lo que pueden
el momento del injerto para sacar las plantas al mercado lo antes posible. Es
ya una práctica habitual injertar cuando los troncos de las jóvenes plantas
alcanzan el grosor de un lapicero (pasados tan sólo 6 u 8 meses desde que se
sembraron las semillas). Con estas condiciones no queda más remedio que realizar
el injerto a muy pocos centímetros del suelo. Por otra parte, tanto
viveristas como técnicos e ingenieros agrónomos advierten a los agricultores
sobre la importancia de “no cubrir el punto de injerto”, de dejarlo unos 15 cm
por encima del terreno… Y uno se pregunta: Si dejo el punto de injerto 15 cm
por encima de la superficie, ¿a qué profundidad van a quedar las raíces del
plantón?
Con estas nuevas prácticas, fomentadas por
los dueños de las nuevas variedades y apoyadas, como no podía ser de otra
manera, por los viveristas autorizados, empresas asesoras y aquellas
asociaciones metidas a este negocio, los agricultores no tienen otra opción –si
quieren ser competitivos- que la de adquirir variedades con royalty sobre pies
híbridos, también con royalty. Ya se está observando que estas nuevas plantaciones no aguantan la sequía, son
atacadas por el gusano cabezudo, por la avispilla, los vientos tumban buena parte de árboles, etc.
Hasta hace unos 20 años los plantones eran
colocados en hoyos abierto mediante una retroexcavadora, con una profundidad
tal que las raíces encontraban tierra fresca incluso en comarcas de baja
pluviometría. Eran de pie franco, por lo general de almendras amargas. Y el
injertado se llevaba a cabo, con frecuencia, en la nueva plantación, por el
método de “canutillo”, o de “yema alta”. De este modo los plantones se podían
colocar en hoyos de más de 60 cm de profundidad sin ningún problema. A sus
raíces no les afectaba ni el frío ni el calor; tampoco el gusano cabezudo,
debido a su gran profundidad y, si eran de patrón amargo, mucho menos. Tampoco sufrían
de estrés hídrico como ocurre hoy con las nuevas variedades injertadas tan a
ras del suelo.
Hoy muchas plantaciones de almendros se
realizan con el apoyo de GPS. En estas imágenes podemos apreciar la poca profundidad a la que
son plantados los almendros: más o menos como los cebollinos. Con esa labor, es
posible que nunca encuentren agua por su cuenta y, si se les riega, corren el
peligro de ser tumbados por el viento, pues sus raíces no se desarrollarán más
allá de la zona regada. En cualquier caso, llegarán a viejos mucho antes que
los plantados por los métodos tradicionales.
Apuntar aquí que hay asesorías agrícolas que
recomiendan “plantar el almendro de manera que la línea de suelo del vivero
quede por encima de la línea de suelo actual”. Otros alegan que si las raíces están
más bien superficiales “el calor llegará con mayor intensidad a ellas y de este modo la
planta se desarrollará mejor y con mayor rapidez”. Pero por si ello fuera poco, los obtentores de variedades, los
viveristas, asesores, fabricantes de maquinaria, etc se han lanzado a fomentar
las plantaciones superintensivas
(más de 2500 plantas por ha, frente a las 230 plantas por ha en cultivo
tradicional). Todo ello me lleva a una única conclusión: que el árbol muera
pronto para vender más.
RESUMEN
Viendo la situación de los puntos de injerto
en los plantones, oyendo y leyendo lo que los vendedores y los asesores e
intermediarios nos cuentan, he llegado a pensar que, como en tantos otros
sectores, también aquí aparece una especie de obsolescencia
planificada para que las plantaciones sean cada vez menos
resistentes a la sequía, a ciertas enfermedades y plagas y, por supuesto, menos
longevas.
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Plantación tradicional en Mira (Cuenca) |
Por todo ello nos hemos propuesto llevar a
cabo una pequeña plantación de almendros en la que utilizaremos almendras de la
variedad autóctona local para producir nuestros propios patrones dentro del
huerto familiar. Posteriormente los injertaremos con una variedad de floración
tardía y los plantaremos en un marco tradicional de 7x6 metros… Os lo contaré cuando ello ocurra.
Estoy de acuerdo en casi todo, sin embargo el plantar demasiado profundo y en hoyos realizados con retroexcavadora en suelos con cierto porcentaje en arcilla pueden causar asfixia radicular, al final si el suelo es profundo la raíz llegará abajo aunque lo plantes muy alto (incluso en caballón) .
ResponderEliminarEn este escrito el autor se ha dejado llevar por las informaciones tradicionales algo mezcladas con otras recientes. No tiene ningún rigor científico.
ResponderEliminarHola, anónimo. Este blog no es una publicación de contenido científico. Está abierto a todos los posibles comentarios. Gracias.
EliminarEn diciembre de 2020 planté 1100 almendros de la variedad Lauranne en patrón GF677 secano en ecológico, zona Valle del Guadalhorce (Málaga). Por aquel entonces mi comentario hubiese sido como los anteriores (falta de rigor, asfixia radicular...), pero por la experiencia acumulada después de 4 años de probar DE TODO en la lucha contra el gusano cabezudo, no tengo más que darle la razón. He leído cientos y cientos de artículos de diversa índole, científicos, trabajos de investigación, normativas y consejos de organismos de todo tipo, experiencias personales, etc; he probado (casi) de todo, pero no hay nada (permitido) que funcione. Cada almendro tiene sobre el pie una barrera física para tratar de impedir/dificultar la puesta formada por una cubierta de paja de 4 dedos y sobre ella 1 m2 de malla antihierba fijada al suelo. He probado con caolín, aceite de neen, azadirectina, piretrinas, bacilus thuringiensis, repelentes de todo tipo, además, desde finales de febrero (que salen los primeros) hasta mediados de octubre, cada semana miramos todos los árboles para capturarlos. Cada vez que se marchita un árbol lo arrancamos. Este año hemos perdido 150 árboles, todos ellos infectados. Pero observo que unos pocos almendros que tengo diseminados por la finca de pie franco o amargos, a pesar de tener ramas comidas, llevan 20 años sobreviviendo y dando almendras. Este año voy a probar varias alternativas, voy a poner pie de gf677 sin injertar plantados a mayor profundidad y, si resisten la asfixia radicular, los injertaré. Otros los plantaré de pie franco o amargo de diferentes variedades antiguas, y otros de semilla. A ver el cabezudo como se comporta. De hecho, este año he realizado el siguiente ensayo: he metido ejemplares de cabezudo capturados en la finca en botellas de plástico de 5L con ramas de almendro pulverizadas con diferentes productos (piretrina, neem, aceite parafina, azadirectina, decocción de adelfa y clorpirifos). Resultados: el clorpirifos los mató a la media hora, el resto permaneció vivito durante semanas, comiendo "veneno" como si tal cosa. Pero claro, el clorpirifos hace años que está prohibido, ya ni te cuento en ecológico.Me gustaría saber cómo le ha ido su experiencia. Un saludo
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