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07 noviembre 2016

CONSTRUYENDO UN HORNO A LEÑA



   
 En agosto de 2011 estuve viendo un horno moruno que habían construido unos amigos en Mira (Cuenca).
Lo construyeron a base de greda y arcilla recogidas en el Barranco de la Tejería, donde existen unas extracciones para suministro de una fábrica de materiales para la construcción. Me gustó este horno. Una verdadera obra maestra.
    En octubre de 2011 me propuse llevar a cabo la construcción de un horno similar al que me mostraron. Yo lo realicé con ladrillos refractarios de 5 cm de grosor.
    La vivienda de El Rincón de la Isidra se ubicó en un desmonte realizado en una parcela con bastante pendiente. Dicho desmonte se sobredimensionó en superficie, y es ahí, en la parte derecha de la imagen dónde se eligió el lugar para el horno.

El horno se ubicará en el talud de la derecha

   
Lo primero que se hizo fue un gran vaciado del terreno, a modo de zanja, sobre el talud, de tal modo que el fondo del horno se adentraría hacia la viña.

Vaciado a cielo abierto


     La siguiente tarea consistió en colocar un buen mallazo de acero y recubrirlo con hormigón.

Mallazo de 8 mm.

 
 Se realizó un “cajón” de 20 cm de altura y forma ovoide a base de bloques prefabricados de hormigón, se rellenó todo con piedra, vidrio y arena. Por último se añadieron 40 kg de sal gorda y se cubrió todo con una capa de argamasa reforzada con fibra de vidrio.

Contorno para la base
Relleno con piedra y vidrio

Una buena capa de sal gorda.

   
La base del horno está formada por dos alturas de ladrillos refractarios, unas 120 piezas.

Un primer piso de refractarios
                                 
                                           Colocación de los refractarios del  segundo piso

    Pasados unos días se procedió a colocar los primeros ladrillos para conformar la base de la cúpula y el arco para la puerta. Tarea ésta muy lenta ya que había que esperar, a veces, a que fraguasen las piezas para poder continuar. El diseño y el lugar obligaban a trabajar desde dentro del círculo casi hasta el final de la obra, lo que dificultaba la maniobrabilidad en gran manera, ya que la llevé a cabo, en su totalidad, sin ayuda alguna.

Progreso de las obras

                         El horno quedará enterrado bajo el terreno.

   Una de las cosas más importantes para el buen funcionamiento de un horno a leña es la ubicación de la salida de humos. Si la chimenea no “tira”, la llama se ahogará y deberemos abrir la puerta en exceso para evitarlo, lo que nos acarreará una fuga de calor muy considerable por la puerta. Además de una alta producción de humos el horno no se calentará correctamente.
   Pasados unos días desde que se cubrió la cúpula coloqué un tubo de acero en el orificio de salida de humos y procedí a encender el horno con un unos cuantos manojos de ramas secas de olivera.  En la entrada coloqué una chapa de hierro como puerta, dejando una pequeña apertura para la entrada de aire. El resultado fue evidente: no había tiro. La llama se ahogaba y el humo salía, a golpes, por la puerta. Aun quitando la chapa en su totalidad, apenas salía humo por la chimenea.
   Esto quedó solucionado colocando la salida de humos en la parte más alta de la cúpula y realizando una chimenea de obra.

 Rectificación de la posición de la salida de humos.

   Tras comprobar el correcto funcionamiento del tiro, sobre la cúpula se colocó malla gallinera recubierta con argamasa a base de mortero refractario con fibra de vidrio. Finalmente se rellenaron todos los huecos con
arlita cementada y aditivada con un impermeabilizante.
   El resultado obtenido fue un gran horno, con una superficie interior de 1,15 m2,  capacidad suficiente para 7 cazuelas de asados.

Medidas del interior del horno.

    En total se emplearon más de 300 ladrillos refractarios. Puede alcanzar los 500o C en su interior sin que la parte externa muestre aumento de temperatura alguno.
    Os dejo algunas fotografías sobre la evolución de las obras y su resultado final.

Preparando la puerta.
                                   
 
   
La puerta, a falta de colocarle el cristal.
 Ya pintada y probando…                    

                                                               



                                           Construyendo tejadillo sobre horno y barbacoa.


Tejadillo con las dos chimeneas     
Frente del horno bajo el tejadillo
                                                                

                              
 
                              
Algunos de los resultados de este horno.

    Desde aquí os animo a que, si disponéis de un espacio al aire libre, os decidáis por la construcción de un horno (no hace falta que sea tan grande) a leña. Seguro que sorprenderéis a familiares y amigos.

    No olvidéis comentar esta entrada, hacer sugerencias o consultas. Gracias.

2 comentarios:

  1. ¿Por qué se le pone sal al suelo?

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    Respuestas
    1. La sal gorda y el vidrio machacado hacen que el calor remanente dure más tiempo. A la vez se consigue que las dilataciones no hagan daño a los hierros del encofrado del fondo

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